Mañanita soleada y azul de San Isidro, chocolate con churros y porras en unos de esos bares castizos de Madrid, en la calle Bravo Murillo, cerquita de casa. Uno de esos bares en que los camareros son artistas. Hay veces que pillo butaca de primera fila. Me hipnotiza y me relaja observarles. En media hora tienen el mismo desgaste que en algunos trabajos en una jornada completa. Cada uno de los personajes de la obra mueve sus cuatro manos a velocidad de trilero....sirve cañas, pone tapitas, enjuaga vasos, habla de futbol, vocea pedidos a la cocina, localiza con su vista de lince a los clientes que asoman por la puerta y, cuando estos aún no han movido ni un músculo en acción de retirada, él ya les lee en la mirada la intención de marcharse, visto el gentío que abarrota el bar, y desde el escenario, como una flecha por encima de las cabezas de todo el patio de butacas, les lanza uno de sus agudos "¡Adelante señores, al fondo hay sitio!" (Mentira, pero cuela), mientras su compañero grita "¡A ver jefe, qué va a ser!" a uno de los paisanos que intenta pedir desde la cuarta fila. A veces pienso que habría que pagar un extra por el espectáculo. Son las cosas de Madrid. Y como no hay nada más madrileño que San Isidro, vamos a aprovechar estos días para arrancar por fín con nuestros videos (habrá de todo un poco) que irán a parar al canal de youtube, aún sin estrenar. Y qué mejor para celebrar estas fiestas que un video de callejeo por Madrid. De momento, vamos a disfrutar grabándolo....
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